Lo básico de la vida

corazón

«Pon un cuento en tu corazón
y permite que arraigue
su sabiduría en tu interior».

Madhir era un buen hombre que desde siempre había vivido en una pequeña población rural. Se dedicaba a las tareas del campo, y su talante apreciativo y animoso le hacía disfrutar de todo lo que hacía.

Era un gran observador de la naturaleza y, cuando la faena lo permitía,
pasaba horas enteras en actitud contemplativa.

Cuando caía la tarde, se prodigaba en las tertulias que se gestaban en la plazuela del pueblo. Su parlamento era profundo y sereno, lo que dejaba boquiabiertos a sus convecinos, y misteriosamente relajados.

Después de unos años, la fama de Madhir fue extendiéndose por toda la región. En verano, un catedrático de Calcuta que visitaba el poblado tuvo oportunidad de asistir a una de aquellas tertulias y escuchar a un Madhir especialmente inspirado. Se le ocurrió que sería muy interesante que ese sencillo hombre acudiera a su Universidad para hablar sobre la vida. Educadamente, el catedrático se le acercó y le propuso impartir una charla a sus alumnos; Madhir, un tanto sorprendido, aceptó la invitación con agrado.

Llegó el día; el Aula Magna estaba abarrotada, el catedrático había alabado tanto las bondades del conferenciante que la expectación era extrema.

Madhir, vestido con sus mejores ropajes, se sentó cómodamente en un estrado bellamente engalanado y comenzó a desgranar sus experiencias vitales. Hablaba del cuidado del cuerpo, de la moderación en todos los órdenes, del cultivo de la atención, tanto de «estar atentos» como de «ser atentos»,
de la virtud de ser uno mismo, etc.
De pronto un inquieto universitario levantó la mano y en tono soberbio le espetó: «Todo lo que usted ha dicho es muy básico,
cualquier estudiante lo sabe».

Con absoluta serenidad, Madhir le respondió: «Te agradezco tu precioso halago; es mi experiencia de vida, sin más».

El estudiante desconcertado no comprendió la respuesta e interpretó que el viejo, o no le había oído o no le había entendido.

Madhir hizo uno de esos silencios que sólo los sabios conocen y continuó; ahora sus palabras brotaban con una fluidez y un poder especial:

«Pero ¿qué es lo básico? A nuestra mente parece gustarle más lo ácido, lo sofisticado; ella huye de lo sencillo porque le parece poco estimulante y original. Con tanto exceso de información que maneja, lo básico le resulta insulso, soso, sabido, aunque la mayor parte de las veces
ni lo ha vivido ni lo ha realizado.

»Ojalá nuestras vidas descansaran sobre una buena Base. Pero no nos engañemos, tener una buena base no es sólo cuestión de acumular innumerables datos en la cabeza; desde mi humilde experiencia considero que también debería contemplar el cultivo de una buena base física, emocional, afectiva, ética, humana… Precisamente el poner énfasis y realidad en todo ello constituiría la verdadera ‘Educación Básica‘ que necesitamos para vivir más plenamente.

»Así desde ese Campamento Base podríamos ascender a las cumbres más elevadas de la existencia, aquellas en las que nos unimos a lo más esencial de nosotros mismos: la BASE de las bases,
la que sostiene y compenetra todas las demás.

»La base de la ignorancia y de la infelicidad no es otra que desconocer lo BÁSICO de nosotros mismos. Por lo tanto amigos, os insto a que:

»¡Seamos más BÁSICOS y menos “COMPLÉJICOS”!
……….
El arrogante universitario, completamente conmovido, levantó ahora, no una, sino las dos manos y comenzó a aplaudir con fuerza. Toda la sala puesta en pie se sumó en un caluroso aplauso.
. . . . .

Algunos, dependiendo de su ubicación en el planeta (de la inconsciencia), al agua del grifo la llaman agua corriente. Sin embargo para otros resulta ser algo extraordinario.

Hoy día en ciertos ámbitos es corriente hablar del Amor, del Ser, de la Verdad, del Espíritu; pero es extraordinario encontrar a alguien que lo haya realizado o, al menos,
que esté dedicando toda su vida a alcanzarlo.

Abrir chat
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?